16/5/13

sala de viernes: desnaturalizar la separación social





Participantes:

Johanna Sánchez, Andrea Zambrano Rojas, Sarah de la Cerda, Edison Cáceres Coro, Fausto Villalba Noboa, Daniel León, Gabriel Arroyo, Andrés Ruíz, Mireya Guerra y Leonardo Pinto.

Cámaras:
Fausto Villalba, Edison Cáceres y Valeria Andrade.

Edición:
Valeria Andrade

Esta investigación se pregunta, cómo se lleva a cabo el proceso a través del cual se construyen ciertas corporalidades hegemónicas en la Plaza Foch y cómo a partir de ellas se generan nuevas formas y procesos de separación social. Corporalidades reguladas por una normatividad heterosexual, con determinadas marcas de clase manifiestas en el performance cotidiano, y éste, sujeto a su vez a formas de construcción discursiva a partir de  representaciones estéticas dominantes, que segregan aquellas cuyo origen responde a identidades diversas: raciales, étnicas y/o sexo-genéricas. Corporalidades construidas desde nociones de ciudadanía y ciudadanía atada a discursos de moral de decencia; corporalidades  que se banalizan y cosifican en patrones de espectáculo y consumo, que sin embargo pueden siempre situarse en la prerrogativa política. He planteado la investigación en este lugar, muy acotado, ya que la plaza como espacio público por excelencia, articula y estructura lógicas sociales, económicas y políticas. En esta perspectiva, el barrio de La Mariscal, se ha convertido en las últimas décadas en la centralidad urbana de mayor desarrollo turístico en la ciudad de Quito. Reconfigurada a partir de políticas públicas de renovación urbana implementadas por la administración municipal del primer quinquenio del siglo XXI, a favor de la inversión privada, fue operativizada por las organizaciones vecinales y empresariales de la zona. Estas políticas ante todo económicas, abocadas a la producción de servicios y consumo, propias de las transformaciones globales de las ciudades contemporáneas, promovieron cambios en el uso y el valor de las propiedades y de los espacios públicos; así se provocaron metamorfosis tanto en el diseño urbano, como en las dinámicas sociales. El enfoque de esta propuesta pretende analizar el proceso mediante el cual estas dinámicas se encarnan en las corporalidades de ciertos sujetos, creando un marco de legibilidad para ciertas producciones corporales, mientras otras son segregadas a partir del sentido de la desconfianza, la sospecha, el miedo y el extrañamiento. Se plantea el cuerpo como el lugar de encarnación de estructuras sociales y lugar de conocimiento; pero ante todo, como agente operador de prácticas sociales y cambios políticos, que aparece y desaparece en la construcción de sentido individual y colectivo, mediante sus formas de representación y performance que se inscriben en las lógicas de los espacios, en este caso, público.

30/8/09

LA REBELIÓN DE LO DISCRETO (Buenos Aires, Argentina)



Participantes:
Nicolas Casalnuovo
Andrea Vegazzi
Agustina Suarez
Emilia Montoya
Cecilia Musicco
Blanca Rizzo
Laura Feijoo
Anahi Marecos Taltabull
Maia Cosin
Santiago Cao
Florencia Firvida

El Entre

Cámara y Edición:
Pedro Cagigal

Cámara 2:
Maia Cosin

Texto:
Cecilia Musicco

Organización:
Florencia Firvida
Santiago Cao

Coordinación Taller:
Valeria Andrade

Gracias a Lucas Rubinich quien nos cedió el espacio en la Facultad de Sociología de la Universidad de Buenos Aires.

La Rebelión de lo DiscretO

Lo que la esfera pública considera inapropiado
puede tener un encanto tan extraordinario y contagioso
que cabe que lo adopte todo un pueblo…
sin perder por tal motivo su carácter esencialmente privado.

Ser discretos. Apropiados. Mesurados.
La discreción se erige bajo estas premisas como un valor elemental en tanto permiso de circulación en la ciudad.

No Risa – No Canto – No llanto.

No a tantas otras cosas que hagan ruido, olor, que ensucien, que invadan los sentidos de un otro que circula conmigo la calle. Discreción se le exige entonces al individuo, al hombre, que tosa pero que no se escuche. Que se ría, pero en voz baja. Que discuta, pero que no grite. Y que se bese, pero no mucho.

Rectitud para formar juicio, y tacto… para hablar u obrar. Es la definición que se nos da sobre el asunto. Y experimentamos que la trasgresión a la discreción en este sentido trae consigo aparejada la condena, cuanto menos, de miradas delatoras.
Pero, que es lo que lo discreto oculta?

Podemos decir que lo que discretamente se encubre es lo que remite a nuestro mundo privado.

Público/privado se manifiestan como binomio en donde se articulan las acciones/conductas humanas. Si público es todo aquello que puede oír y mirar todo el mundo, no todo puede soportar la presencia del otro, y ese todo no tolerado es lo que se recluye en la esfera de lo privado.

Palabras como apropiado e inapropiado empiezan a circular como referentes de lo permitido y lo condenable para exhibirse en el mundo de lo público. Y no debemos perder de vista que el contenido de estas categorías responden a construcciones culturales siempre variantes, y por sobre todo a referentes de poder.

En la Antigüedad Clásica, mientras que la esfera de lo público obedecía a la actividad política, a los actos heroicos y a la actividad del pensamiento; lo privado quedaba relegado a la vida doméstica. Y en privado vivían aquellos a quienes se le estaba vedado entrar en la esfera pública. Privado era literalmente, estar privado de algo. Y ese algo refería a las más altas capacidades humanas, no era plenamente humano quién sólo viviera de la vida privada.
Con el triunfo del cristianismo como ideología dominante, será relegado a la esfera privada todo aquello que tenga que ver con lo corporal. Como correlato a una repugnancia por los procesos vitales del hombre en la tierra se impone al individuo un uso riguroso de su cuerpo.
Vergüenza y pudor darán lugar a la incorporación de prohibiciones de los usos corporales en esta reconfiguración de lo público/privado, y se irán formalizando normas de conducta de lo que conviene y no conviene hacer.
Fuertes regulaciones mediante negativas instauran tabúes del cuerpo, de sus procesos vitales, de sus fluidos y de sus manifestaciones públicas.
En contrapartida el Carnaval como gran comilona, en su obscena potencia popular, fagocita a su paso la cultura impuesta como oficial. Las fiestas carnavalescas se rebelan a las pretensiones de perfección de una cultura opresiva, una liberación transitoria donde emerge de manera festiva lo grosero de las relaciones entre los hombres que habitan juntos sus cuerpos. La risa, el llanto, la blasfemia y la sexualidad puesta en público, en comunicación lúdica con el otro, en esa forma de subvertir la relaciones de un orden impuesto.
Siendo una imposibilidad de parte de este aparato hegemónico la de hacer desaparecer el cuerpo por completo comienza una nueva estrategia: hay que civilizarlo, codificar el cuerpo.

Las buenas costumbres, se harán cargo de ello. Hacen referencia a la manera en que el cuerpo del hombre habrá de manifestarse, de aquí en más, en público.
Será reglamentado tantos los alimentos como la manera de comer (aparece la gastronomía y el uso de cubiertos), la desnudez y la manera de vestirse, el movimiento, los gestos y las costumbres; y el correcto acatamiento a esta reglamentación será llamada buena educación.

Y, no todo se muestra en público, el cuerpo del burgués no es el mismo que el del obrero, y la manera de mostrarse determinará la mirada del otro, así como nuestra posición frente a ese otro. Mientras que la discreción es señal de buen gusto y educación, lo voluminoso en gestos y conductas decreta lo burdo y vulgar.
Frente al auge de lo social, la esfera privada se reestructura. Con la modernidad el carácter privativo de lo privado desaparece, lo privado da un giro y se revaloriza. Surge lo íntimo, una categoría de interioridad como reacción contra una sociedad que se presentaba avasallante.

De esta manera lo íntimo, pareciera ser lo que existe de la piel hacia el propio centro, y lo que ocurre entre diferentes pieles de manera inmediata. Instancia relativamente nueva que comienza a vislumbrarse con el surgimiento de la modernidad y el afianzamiento del individualismo del mundo burgués. El cuerpo como límite territorial.

¿Es lo íntimo la sutil gradación de lo privado o es su radicalización?
¿Qué pasa entonces con esta exigencia de intimidad?
Donde tener una vida significa tener una vida íntima: ¿qué sucede con aquellos que se hayan expulsados a lo meramente público, a quienes viven en la calle? ¿Tenemos todos derecho a una intimidad, o se presenta ésta como bien venerado de algunos?
Y por otro lado vemos privacidades devenidas públicas. Espectacularización de la intimidad, discursos de un deber ser, prototipos de cómo transitar nuestra privacidad.
Al mismo tiempo frente al avance de una sociedad prepotente que rigidiza sus normas de conducta, contra sus exigencias igualadoras, y los fenómenos de masa, frente todo esto, la intimidad aparece como refugio, como ámbito propio de las manifestaciones de afectividad, instintos y deseos. O ¿es por el contrario el reducto a donde hemos sido arrojados? Sólo ese lugar más que privado, sino íntimo, donde se nos permitiría expresar afectividad, instintos y deseos.
Aunque no sepamos demasiado bien donde ese lugar queda.

Quizá no exista realmente eso de la intimidad, y se nos esta instruyendo de manera constante que es lo que debemos vivir como íntimo.
Y lo discreto de esa intimidad, como categorías de lo apropiado e inapropiado que debe ser expuesto en publico, y que se han ido modificando según intereses y procesos político-ideológicos, puede ser visto como dispositivo de civilización del cuerpo propio; y aun mas, como dispositivo de codificación del cuerpo del otro, que marcaría una distinción sociocultural. Como nuevo dispositivo de separación entre buenas y malas costumbres, y de esta manera como categoría de condena e identificación social.

Quizá sean las llamadas clases populares que en su indiscreción de gestos y gritos, en sus risas desbordantes, en la inundación de los olores, en esa puesta de lo íntimo en lo público, nos revelan una insubordinación de lo que se impone y naturaliza como de buen gusto.

Cecilia Musicco
- El Entre – Septiembre 2009 -
(el presente texto pertenece a fragmentos de su original)


Vivir una vida privada por completo significa
Por encima de todo
Estar privado de cosas esenciales a una verdadera vida humana:
Estar privado de la realidad
Que proviene de ser visto y oído por los demás.

Referencias bibliográficas.

(1998) Arendt, Hannah. La condición humana. Ed. Paidós. Barcelona.
(2005) Arfuch, Leonor. Cronotopías de la Intimidad, en Pensar nuestro Tiempo. Ed. Paidós. Buenos Aires.
(2006) Le Goff, Jacques y Truong, Nicolás. Una historia del cuerpo en Edad Media. Ed. Paidós. Buenos Aires.

22/8/09

PORTACIÓN DE ROSTRO (Córdoba, Argentina)




PORTACIÓN DE ROSTRO es una acción que aborda la temática de la discriminación social que se vive en la ciudad. Denuncia las detenciones arbitrarias de la CAP (Comando de Acción Preventiva: Comando Anti Porros, Cuatro Al Pedo) que se realizan sobretodo a jóvenes pobres que viven en zonas periféricas de la ciudad.

El Código de Faltas de la Provincia promulgado a fines de 1994, durante el gobierno de Eduardo César Angeloz, importa la doctrina de la Tolerancia Cero salida del ultraderechista Manhatan Institute; cuyo método de “prevención” ante la inseguridad urbana se basa en el aislamiento de sujetos sociales “sospechos”. El título de sospecha se caracteriza por pertenecer a una clase social, por ser “morochos” de piel trigueña y vestir ropas típicas de los chicos de barrios marginales de la ciudad como las gorras. Así las detenciones arbitrarias por parte de la CAP es una práctica que se extiende cada vez más, que legitima y naturaliza el abuso a partir de la “portación de rostro” y el “merodeo”.

Valeria Andrade/Pedro Cagigal
Sujeto a Cambio/WASH Lavandería de Arte

Participantes:
Ana María Ferreyra Pons
Ana Sued
Carolina Aspiazu
Cecilia Tahan
Damián Santa Cruz
Diego Beltramino
Jennifer Flores Mutigliengo
Jesús Prochotsky
Laura Colombo
María Pía Bertoldi
María Soledad Cipollari
Mariana Serrano
Martina Faux Marambio
Mercedes Nieva Moreno
Mónica Silvina Medina
Nadia Laura Dreyer
Pablo Pastor
Pamela de la Vega
Patricia Pittón
Romina Camarotta
Sabrina Cortellini
Silvana Staudinger
Silvina Bustos
Sofía Aimar
Sofía Carrasco
Verónica Meloni

Edición de video:
Pablo Pastor
Laura Colombo

Cámaras:
Silvana Staudinger
Pablo Pastor
Laura Colombo
Pamela de la Vega
Martina Faux Marambio
Sofía Aimar

Edición de sonido
Sabrina Cortellini
Patricia Pittón

Sonido directo
Patricia Pittón
Romina Camarotta
Silvina Bustos

Fotografía fija
Pedro Cagigal
Pamela de la Vega
Jennifer Flores Mutigliengo
Verónica Meloni

Edición fotográfica y animación
Jennifer Flores Mutigliengo
Mart

Música:
Portación de Rostro "La Mona Jiménez"

Producción:
Centro Cultural España Córdoba

17/2/09

MISIVA (Cuzco, Perú)



En Cuzco, ciudad que sincretiza los vestigios de la cultura incaica y española, nos es patente el sentido de identidad histórica, tradicional, anclada en su cultura de piedra. Identidad empotrada en el peso, el volumen de la costumbre y de la tradición. Lugar donde sus habitantes ocupan lo público desde la herencia permanente, desde la práctica activada del sentido ancestral. En una doble corriente, se nos devela la conexión con el relato orgulloso de sus antepasados lejanos (Incas) mientras el pasado reciente, de pobreza, de servidumbre, de olvido, de racismo se ocultan en el glorioso recorrido turístico.

Entonces, por una parte, aparece la dificultad de diálogo entre culturas que habitan el espacio público construido desde las diferencias sociales, raciales y económicas, por tanto, desde los límites y restricciones estructurados por las elites tradicionales dominantes hacia la comunidad indígena, rural, subalterna. Por otra parte, extraña la relación con el turismo, que ha privatizado espacios públicos para las dinámicas propias del mercado. Empresa que exotiza la pobreza vendida como souvenir pintoresco en la exhibición de postales que componen un magnífico mosaico de fotos que entreveran por igual, las alpacas al lado de niños pobres, llenos las narices de mocos, y de ancianos caminando descalzos. Todo vendido como lo mismo. Y que desplaza al pueblo que acomoda la vida en las periferias, en un sistema de exclusión que no se palpa sino en la cotidianidad de las relaciones humanas dominadas por el sistema.

Estas fueron las fisuras que en la discusión se abrieron, partiendo claro de la experiencia de habitar un espacio urbano, el cuzqueño-latinoamericano. Fisuras sobre las que el colectivo quiso encontrar otro tipo de relaciones, para que se convirtieran en posibilidades de apropiación del entorno y de interacción con el mismo.

En este punto, cabe destacar el modo de operación de la dinámica de diálogo entre todos los participantes: artistas latinoamericanos de distintas formaciones disciplinares, prácticas artísticas, propuestas de intervención, diferentes contextos y referentes. Todos con la predisposición abierta para conversar, discutir, reflexionar y sobre todo para consensuar. Fue ésta una experiencia plena, de mucho compromiso, de entrega, de gran respeto mutuo; en la que se experimentó en la piel las muchas ganas de dar, de hacer, de lograr en conjunto, de solventar las diferencias, de ampliar criterios, de crear propuestas abarcantes en relación con lo que a cada uno le parecía importante. Así el grupo se autorregulaba y se componía, encontrando su propia organicidad, su fluidez. La marcha fue acompasada, al ritmo de ciertas emociones y afectos que se iban creando y a la premura del tiempo que nos faltaba también.

Entonces, la intervención se planteó como un acto de identificación con la localidad; de comunicación dentro de un conjunto de relaciones sociales con una intención relacional. Fue la materialización de un conjunto de disposiciones sociales que se basaron en la negociación de posturas, ideas, deseos y los límites de regulación provenientes del evento “Cita a Ciegas”, que a la vez venían de las disposiciones y ordenanzas municipales. El Cuzco por ser ciudad patrimonial (UNESCO) está fuertemente normativizada, regulada en cuanto al uso y manejo del espacio público.

La acción fue:
• Recorrer las calles de la ciudad a manera de conocimiento/reconocimiento.
• Encontrar de 1 a 3 piedras, en la ciudad de piedra, que correspondan al gusto del sujeto buscante.
• Acudir a la plaza Tupac Amaru, que en los sábados se convierte en un espacio de comercio, central para los cuzqueños y que está fuera del circuito turístico. Por lo tanto, fuera de duras regulaciones municipales.
• Juntarse a trabajar en el medio de la plaza e intervenir las piedras con colores-témperas y cola blanca con un deseo, un pensamiento, un secreto, una palabra, con la propia energía para nosotros mism@s, para sus habitantes que nos acogieron con gran apertura y para la ciudad escenario de nuestros encuentros.
• Incluir a nuevos participantes que tenían ganas de pintar sus piedras.
• Colgar las piedras en el puente peatonal de la AV. Cultura; puntos de circulación y encuentro. Metáfora de las relaciones creadas en el taller.
• Finalmente, estas piedras-ofrendas eran recogidas por los transeúntes, quienes se las llevaban para otros fines que van más allá de este cuento.

Este relato es solo un punto de vista, el de la persona que propuso este encuentro; el cual va más allá del sujeto, del nombre, del ego y que rebasa toda perspectiva en el conjunto de compañeros comprometidos y coherentes con ese compromiso que generan una experiencia rica en muchos sentidos y desde varios flancos. Práctica de construcción colectiva, de democracia, de diálogo, de consenso. Estrategia de inclusión, de convivencia, de apropiación en el doble sentido de tránsito y pertenencia.

Un agradecimiento a todos los participantes:

Mauricio Vargas
Jerry Martin
María Elena Retamal
Miriam Muscavic
Camilo Torres
Elizabeth Lino
Santiago Cao
Leticia Santacruz
Florencia Firvida
Nadia Dubrich
Edgar Santiago Quispe
Fidel Barandiarán
Miguel Campana
Ernesto Rubio
Grettel Méndez
Eduardo Flores
Ennia Quispe
César Rodríguez
Jerry Martin
Ángel Antarky
Malena Valdeavellano
Kevin y Antarky
Marre Wacquez
Diego Ledesma
Alvaro Ocampo
Adriana Carrión
y a los espontáneos que se juntaron el sábado 14 de febrero
día de la amistad y de la acción.

PROPUESTA DEL TALLER

¡A LA CALLE!

Taller de Acción en Espacio Público y Registro en Video

Propuesta

Este taller se dirige como una invitación abierta para formar parte de un proceso de creación colectiva horizontal. Es un espacio para el desarrollo de proyectos artísticos vinculados al cuerpo en relación con el contexto y su traducción al lenguaje audiovisual. Se conformará un equipo de trabajo que se integre en una práctica de diálogo y consenso para desarrollar una o varias propuestas de acción y/o intervención urbana. La premisa se plantea desde la creación y práctica de una dinámica de labor conjunta de construcción de una acción, mediante el diálogo y el consenso para generar una acción que abarcará un sentir compartido.

Sentir compartido que abre una dimensión desde lo social, a lo afectivo. Afectividad convertida en motor, en fuerza de primer orden que activa el conocimiento desde un conjunto psíquico y subjetivo, intelectual y sensitivo. Forma que propone respuestas emocionales para organizar una práctica social de producción artística colectiva y ocupar un espacio político alternativo al sistema dominante; valor inmaterial que genera redes sociales de producción, las cuales evidencian energías, expresiones, lazos, nudos, fuerzas de la comunidad.

La consigna es empezar por percibir desde un estado de alerta el medio físico y social que se habita, luego integrar la experiencia personal a una reflexión colectiva y analizar los diferentes elementos que se interrelacionan y esbozan un determinado paisaje urbano. Comprender la organización espacial de la ciudad, la arquitectura, el trazado, los accesos, los límites y bordes, el tránsito y tráfico, el movimiento, los flujos, las relaciones. Escudriñar los depósitos de sentido, los contenedores de historia, la distribución espacial del poder, la noción de orden social, la actividad económica y mercantil, todos factores secuenciados que dibujan una imagen particular de lenguajes propios en la vivencia urbana. Desentrañar los puntos neurálgicos para irrumpir en el espacio urbano desde la intención del cuerpo.

Objetivos

General

Potenciar el intercambio entre los participantes del taller para generar una dinámica de producción artística basada en las relaciones humanas; las cuales, a partir de un conocimiento de índole afectivo provocan un ejercicio profesional que arroja otro tipo de nociones.


Específicos

Observar, analizar y comprender los factores que constituyen el paisaje urbano de la ciudad.

Apropiarse del entorno para incidir en él mediante una forma artística que involucre el cuerpo, haciendo de los espacios de la ciudad escenarios, lienzos, pantallas de expresión y comunicación.

Propiciar la creación colectiva bajo una lógica de interdisciplinariedad.

Registrar la o las intervenciones en un medio audiovisual y traducir a los lenguajes del video.


Responsables

Concepto de taller y metodología de trabajo:

Valeria Andrade/Sujeto a Cambio
vanpro@hotmail.com
http://sujetoacambio.blogspot.com

Manejo de lenguaje audiovisual:
Pedro Cagigal/WASH.
pcagigalg@gmail.com
http://pedrocagigal.blogspot.com/

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